miércoles, noviembre 05, 2008

“Penalizan la pobreza” _Por Carlos Rodríguez / Pagina 12


Desde los albores del capitalismo en la Inglaterra victoriana, que de manera muy elocuente ha quedado inmortalizado por Charles Dickens en las pellejerías de Oliver Twist, ya sabíamos que ser un niño pobre era delito en este tipo de sociedad.

Con la diferencia que ahora, los niños pobres, perseguidos, son el triste patrimonio de nuestros países subordinados a los países del gran capital, que ya trasladaron esas realidades iniciales a otras tierras que pueden explotar mejor.

Leamos hasta que punto llega la barbarie institucionalizada en nuestros propios países… ¡a esto llamamos ley y estado de derecho! (Jesús Hubert)


Organizaciones de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay presentaron ante la CIDH un duro informe sobre niños y niñas judicializados. “Persisten el maltrato y la tortura”, afirman.


Cuatro coaliciones de ONG de Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA un duro informe sobre el funcionamiento del régimen penal juvenil en los países del Mercosur. Más allá de las diferencias en la legislación vigente en los cuatro países, las ONG coincidieron en señalar que en todos los casos “se violan tratados internacionales que tienen más de una década de vigencia”, que “no hay programas socioeducativos” para ayudar a la reinserción de los sectores postergados, que “persisten el maltrato y la tortura” en los lugares de detención para jóvenes y que en el marco de “una democracia que aún es frágil” a los “niños y niñas no se los reconoce como ciudadanos”. Los delegados de las ONG dijeron que “control social, penalización de la pobreza y privación de libertad son políticas públicas que aplican los estados de Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil hacia los niños, niñas y adolescentes que habitan sus territorios”. La presentación se hizo en coincidencia con el debate, en la Argentina, sobre una posible baja en la edad de imputabilidad.

Durante la audiencia, que se hizo a fines de octubre en la ciudad de Washington, sede de la CIDH, el colectivo de ONG del Mercosur actualizó un informe anterior, entregado en marzo de 2007, sobre la situación de los chicos menores de 18 años que están privados de su libertad en la región. En su exposición, Soledad Cáceres, de la Coordinadora de Paraguay, afirmó que hay “una gran brecha en el campo de los derechos humanos, entre el posicionamiento internacional que han tenido nuestros países al momento de firmar y ratificar los tratados internacionales” en la materia “y las realidades que hemos observado en nuestras naciones”.

En el caso de Argentina, que en 1994 incorporó la Convención sobre los Derechos del Niño a su Constitución, la situación planteada fue la siguiente: “La pobreza entre niños, niñas y adolescentes menores de 13 años ascendía al 40 por ciento (...), y al 63 por ciento –en el caso más crítico– en la provincia de Corrientes”. El informe, con datos de 2007, aseguró que hay “más de 20 mil adolescentes privados de libertad, el diez por ciento por causas penales y el resto por situaciones de vulnerabilidad y pobreza”. También se denunciaron “condiciones de detención infrahumanas, muertes en institutos y comisarías, y vulneraciones de derechos”.

“Estamos hablando de cuestiones vinculadas con situaciones de delincuencia, pero entendemos que en realidad el proceso punitivo por parte de los estados excedió ese tema y lo que nosotros vemos” es que “lo que se ejerce es una penalización de la pobreza”, declaró ante la CIDH Nora Pulido, del Colectivo de Infancia de Argentina. Pulido sostuvo que las políticas públicas en materia de infancia y adolescencia “están imbuidas por una lógica de control social” y por eso es necesario “un desarrollo de garantías hacia esa población, frenando de esa manera la discrecionalidad del Estado”.

También expuso Darío Abdala, de la Asociación de Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en DD.HH. y Estudios Sociales (Andhes). Dijo que “la privación de libertad es la principal respuesta que hoy tienen nuestros estados a la hora de enfocar la problemática” juvenil. Precisó que los datos estadísticos dicen que “los niños, niñas y adolescentes privados de libertad representan el 57 por ciento, en el caso de Uruguay, del total de personas que entran al sistema penal, y el 29 por ciento en el caso de la Argentina”. El representante del Comité por los Derechos del Niño de Uruguay, Luis Pedernera, advirtió que “la excepción se convierte en regla”, en relación con la privación de libertad de los jóvenes.

La CIDH está preparando un informe sobre régimen penal, en la infancia y en general, que será dado a conocer antes del 5 de diciembre próximo.

De la ediciòn internet del Diario Pagina 12 del 05/11/2008

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-114508-2008-11-05.html

¡¡Suèltate!!_ Escribe Gustavo Bazo / Perù

Somos la suma de lo que hemos vivido. Si estas contento con tu vida, sigue adelante ...y si no, lee este esclarecedor artìculo de nuestro amigo Gustavo Bazo. (Jesùs Hubert)

Soltarse, implica que uno está aferrado a algo. Sin embargo, por lo general las personas no son concientes de qué es ése algo de lo que es necesario soltarse. Sucede que las cargas que hemos venido acumulando y arrastrando en el transcurso de nuestra vida son ya parte nuestra, y es claro que nadie desea dejar lo que "cree" es importante. Es necesario comprender, en todo caso, que los ingredientes que han ido conformando la entidad individual o yo, son precisamente de lo que nos debemos soltar, pero, justamente es por la identificación con ese yo que se torna difícil el hacerlo.

Nuestras creencias, sumadas a los miedos, resentimientos, intolerancia, orgullos, fracasos, prejuicios, viejos conceptos, y a nuestros (a veces) tontos deseos, etc., son ese yo. De manera que este sistema de pensamiento que da como resultado ese yo es el que regirá tu vida hasta que logres ser conciente de que ése no eres tú.

Es curioso, pero las personas no solo se apegan a sus creencias sino a todas estas cargas que acabamos de mencionar. Pese a que los resultados no han sido los más adecuados, al parecer es mejor continuar con lo viejo conocido que abrirse a lo nuevo por conocer.

El dicho: nadie valora algo hasta que lo pierde no es pertinente en este caso, pues de lo que se trata es de que te des cuenta de lo que "es realmente valioso". Una mente condicionada como la que abriga un sistema de creencias incongruente no puede ser por ningún motivo algo valioso, de manera que se hace necesario permitir que una nueva visión aflore en nosotros.

La vida de la mayoría de personas es sumamente limitada, es como estar parados encima de un ladrillo y creer que ese pequeño espacio lo es todo.

El simple hecho de imaginar que hay más de lo que nos ofrece esa pequeña área nos llena de temor e inquietud.

Y es que el ser humano tiende a encapsularse, y permanecer allí toda su vida. Es por eso que se hace imprescindible el cuestionar, y observar cuales son los ingredientes que cimientan nuestra experiencia.

Es indispensable ver cual ha sido "el foco de atención" en nuestra experiencia de vida. Las vivencias por las que hemos atravesado han tenido un valor especifico para cada uno de nosotros, y de acuerdo a ello hemos manejado o interpretado nuestra vida hasta ahora.

La suma de todo ello es, entonces, lo que te permite tomar decisiones o percibir de tal o cual manera. En esa ruta, habría que preguntarnos si realmente tomamos decisiones o tan solo repetimos esquemas establecidos que guardamos celosamente en nuestra memoria.

Si nuestra memoria es la que rige nuestra vida, lo que estamos haciendo es repetir el pasado en cada una de nuestras experiencias presentes, de manera que no estamos siendo concientes del ahora, sino tan solo repitiendo un viejo patrón. Ese viejo y repetitivo patrón o guión es lo que nos mantiene atrapados, encarcelados, limitados. Es claro entonces, de que es necesario soltarse.

Todo lo que no se llega a solucionar o sanar, tiende a repetirse. Es por ello que nos sorprendemos cuando nos topamos una y otra vez con circunstancias similares. Es obvio que solo son el reflejo de un patrón que mantenemos vigente en nuestra mente.

Es importante remarcar que el soltarnos no implica perdernos a nosotros mismos, sino todo lo contrario: ¡encontrarnos! En ese sentido, el miedo no puede convertirse en una barrera.

Cuando la visión se desarrolla, se abren nuevos campos de conocimiento, y llega un momento en donde uno se hace conciente de la naturaleza del pequeño yo (ego), y descubre el aprisionamiento en el que se hallaba. Los ojos ya no miran a través de la mente egoica, pues un estado determinado de conciencia aflora.

Una nueva visión y un nuevo pensar son ahora los que rigen...

Soltarse implica que uno está aferrado a algo. Sin embargo, por lo general las personas no son concientes de que haya algo de lo que es necesario soltarse.

Sucede que las cargas que hemos venido acumulando y arrastrando en el transcurso de los años son parte nuestra, y es claro que nadie desea dejarse.

Ubicas ese algo, sentirás que no estas aferrado a nada. Entonces te preguntas ¿porque no lo puedo ver? y entras en la trampa que uno mismo ha creado!! ¿ De que hay que soltarse? Justamente de eso, de las cosas que son el ingrediente de tu vida. Tus creencias, tus miedos, las rutinas, los resentimientos, el temor a fracasar - ¿que es fracasar? - a tu intolerancia, a los deseos insignificantes, pero por los que uno lucha incesamente, a todo eso. Sientes que si dejas todo eso te sentirías vacío. Estamos tan acostumbrados a todo eso que nos parece natural. Pero es justamente todo aquello lo que nos mantiene prisioneros, atados de pies y manos, llevando una cruz a cuestas que cada día pesa más. Estamos tan acostumbrados a lo conocido, que la simple idea de ir hacia lo desconocido nos causa pánico. No percibimos cuanto nos ofrece lo que no conoces, y aquello ha estado allí, junto a ti, esperando que abras los ojos y lo veas. Pero estábamos preocupados por lo cotidiano, en banalidades, entonces no lo vemos, y lo perdemos. Hemos estado haciendo otra cosa mientras la vida ha estado recorriendo un camino paralelo a nosotros, y entonces....

¡¡Suéltate!!, para eso hay que tomar una decisión. Una vez que la tomas no hay camino de regreso, solo de ida, el puerto ha desaparecido, ahora existe un nuevo mar...

A veces navegar sobre un mar que uno conoce te brinda la sensación de seguridad. Pero ocurre que a los que son aventureros, a los que pierden el miedo, a aquellos que quieren descubrir un nuevo territorio, siempre los visita la casualidad, esa experiencia mágica- que como decía Coleridge - es un seudónimo de Dios. Entonces, es el momento. No se puede desperdiciar, porque tal vez demore en regresar otra vez hacia a ti - la vida son ciclos - por lo tanto, hay que estar alerta a las señales que el universo te presta... y entonces…

¡¡Suéltate!! Si tú lo quieres tienes la libertad de escoger, esa es la esencia del juego de la vida. Tu propia decisión. Vas o te quedas, tú eliges, siempre hemos elegido. Hoy se presenta ¡¡una nueva oportunidad!! !!tu eres el jugador!!

¡¡Yo también estoy jugando!!

Gustavo Bazo
26-03-04 - 9.07 pm