lunes, septiembre 27, 2010

Basketball: Encestando meditaciones _ Escribe: Phil Jackson




El entrenador de los Lakers de Los Ángeles Phil Jackson (traje oscuro)
le da instrucciones a los jugadores durante el quinto juego de las finales de la NBA. EFE

Meditar por lo general se asocia con pasividad y en muchos casos con excentricidad. Pero en realidad la meditación es una herramienta de conocimiento y alineamiento interior. Un camino para lograr apartar de la mente lo contingente y superfluo. Apartar el ruido del mundo para concentrarse en la acción del ahora.

Phil Jackson, es un famoso ex - jugador y entrenador de basketball de la NBA, la principal liga estadounidense de baloncesto profesional, que ha hecho de la meditación, un valioso medio de entrenamiento para su gente. Conozcamos su experiencia. (Jesús Hubert)

El baloncesto es una compleja danza que requiere cambiar de un objetivo a otro a la velocidad de la luz. Para sobresalir, es necesario actuar con una mente clara y centrarse totalmente en lo que cada uno está haciendo en la pista. Algunos deportistas describen esta cualidad de la mente como un “capullo de concentración”. Pero eso implica dejar fuera el mundo cuando lo que de verdad se requiere es ser más profundamente consciente de lo que está ocurriendo ahora, en este momento preciso.

El secreto es no pensar. Eso no quiere decir ser estúpido; significa acallar el inacabable tumulto de pensamientos para que tu cuerpo pueda hacer instintivamente aquello para lo que ha sido entrenado, sin que la mente se entrometa. Todos nosotros hemos tenido instantes en los que hemos sentido esta unidad –haciendo el amor, creando una obra de arte- cuando estamos completamente inmersos en el momento, inseparables de aquello que estamos haciendo. Este tipo de experiencia ocurre continuamente en una pista de baloncesto. Pero, si prestas realmente atención, puede ocurrir mientras estás realizando las tareas más mundanas. [...]

Para algunas personas, especialmente Michael Jordan, el único estímulo que necesitan para estar completamente concentrados es la competición intensa. Pero para la mayoría de nosotros, deportistas y no deportistas, la lucha en sí misma no es suficiente. Muchos de los jugadores con los que he trabajado tienden a perder su ecuanimidad después de cierto punto cuando el nivel de competición crece, porque sus mentes empiezan a correr fuera de control.

Cuando yo era jugador, no es de extrañar que mi mayor obstáculo fuera mi mente crítica e hiperactiva. [...] (¿Como me ha ganado ese tipo? ¿De dónde salió ese tiro? ¡Qué pase más estúpido!) Las incesantes acusaciones de la mente sentenciadora bloquean la energía vital y sabotean la concentración. [.... Por ello] enseñamos a los jugadores a acallar sus mentes sentenciadoras y a centrarse en lo que es necesario hacer en un momento dado. Hay varias maneras de hacerlo. Una de ellas es enseñar a los jugadores meditación para que puedan experimentar la quietud de la mente en un ambiente sin presión fuera de la pista.

La práctica de la meditación que enseñamos a los jugadores se llama plena conciencia. [...] invité a George Mumford, un instructor de meditación, para dar a los jugadores un cursillo de tres días de plena conciencia durante el campamento de pretemporada. [...] Éste es el enfoque básico que enseñó a los jugadores: siéntate en una silla con la espalda recta y los ojos mirando al suelo. Centra la atención en tu respiración; observa cómo sube y cómo baja. Cuando tu mente vague (lo cual va a ocurrir, y repetidamente), considera el origen de la distracción (un ruido, un pensamiento, una emoción, una sensación corporal) y entonces suavemente vuelve la atención a la respiración. Este proceso de observar pensamientos y sensaciones y luego volver la conciencia a la respiración se repite durante el tiempo en que se esté sentado. Aunque la práctica pueda sonar aburrida, es destacable cómo cualquier experiencia, incluido el aburrimiento, llega a ser interesante cuando es objeto de una investigación momento a momento.

Poquito a poco, con la práctica regular, empiezas a discriminar eventos sensoriales burdos de tus reacciones a éstos. A la larga empiezas a experimentar un punto de quietud dentro de ti. A medida que la quietud se hace más estable, tiendes a identificarte menos con los pensamientos y sentimientos fugaces como el miedo, angustia o dolor, y experimentas un estado de armonía interior, sin reparar en los cambios de circunstancias. Para mí, la meditación es un instrumento que me permite mantenerme en calma y concentrado (bien, la mayor parte de las veces) durante las estresantes subidas y bajadas del baloncesto y de la vida fuera del pabellón. Durante los partidos a menudo me agito por decisiones arbitrales equivocadas, pero los años de práctica de meditación me han enseñado a encontrar ese punto de quilibrio conmigo mismo en el que puedo discutir apasionadamente con los árbitros sin ser aplastado por la rabia.

¿Cómo se entregaban los jugadores a la meditación? Algunos encontraban los ejercicios divertidos. Bill Cartwright dijo una vez sarcásticamente que le gustaban las sesiones porque le daban tiempo extra para una siestecilla. Pero incluso aquellos jugadores que iban a la deriva durante la práctica de la meditación captaban el punto clave: la atención lo es todo. También la experiencia de sentarse silenciosamente juntos en grupo tiende a producir un sutil cambio en la conciencia que estrecha el vínculo del equipo. Algunas veces extendíamos la plena conciencia a la pista y realizábamos entrenamientos enteros en silencio. El profundo nivel de concentración y la comunicación no verbal que surgía cuando lo hacíamos nunca dejó de sorprenderme. (Phil Jackson; Hugh Delehanty. Canastas sagradas. Badalona, Paidotribo, 2010. 125-130 p.)

Publicado con el título: “Estar atento es más importante que ser listo” en la web: http://cetr.net/es/articles/calidad_humana/estar_atento_es_mas_importante_que_s

Abrazando a Dios _ Una meditación de Bertha Alicia Medina



Casi todos terminamos nuestras cartas con “un abrazo”, pero que pocas veces lo hacemos realidad en los encuentros personales.

El abrazo, más que cualquier otra manifestación de afecto, permite un intercambio de energías y un sentimiento de verdadera comunión y unidad.

El ser humano no ha nacido para caminar solo y separado de su prójimo. Cuando tomamos contacto físico unos con otros, confirmamos no solo nuestra condición humana sino también divina. Porque la argamasa que nos une a toda la creación, nuestro vínculo de nacimiento y vida, es el amor.

Expresémoslo, con un abrazo de corazón. (Jesús Hubert)


Pulse el reproductor para oir la música que acompaña la meditación


¿Te gustaría abrazar a Dios?
¿Saber que se siente estrecharlo en tus brazos?
¿Quieres sentir lo que es el verdadero AMOR?,
¿El AMOR INCONDICIONAL?
Entonces, acompáñame en una pequeña meditación.Cierra los ojos, cruza tus brazos alrededor de ti y escucha la melodía que aquí te envío.

Ahora, vuelen mis niños por todo el mundo y abracen en su mente a cada uno de sus hermanos, Abracemos a nuestras familias, abracemos a cada una de las personas que hemos conocido.

Digámosle a TODOS, en cada abrazo, “TE AMO”

Abracemos a los niños de todo el mundo, abracemos a las personas que lloran, a los que se sienten solos.

A los de África, a los de China… y de todos los países.
Abracen a todo hijo de Dios para que sus corazones trasmitan, juntos, la paz y la energía del AMOR.

Quitémosles en nuestra mente las armas a los que están en guerra, el odio a los que están presos, y envolvámoslos en un bello abrazo de amor.

Abrasemos fuerte, fuerte a todo el mundo, incluso a aquellas personas que alguna vez nos hicieron mal.

Digámosles ¡¡¡¡¡¡TE AMO, TE AMO, TE AMO!!!!!!

Abracemos a todo aquel que necesita también un abrazo de Dios.

Verás que esto te hará abrir el corazón, y al hacerlo, sentirás a Dios en cada abrazo, porque unes corazón con corazón, esencia con esencia, y ahí tu cielo, ¡ES DONDE ESTA DIOS!

Yo lo hago cada mañana, me gusta empezar el día abriendo el corazón.

Tengo que poner la canción varias veces ¡ya que tengo a tantas personas que abrazar, incluyéndote a ti!

¡Es GENIAL el amor que siento al hacerlo! Me hace llorar de emoción, y me lleva hasta DIOS.

¡La única manera de abrazar a Dios es abrazando a los demás.
ABRÁZALOS!

Recuerda que no son extraños, sino hermanos.

Los amo y lo abrazo en el corazón

Siempre en la luz,
Bertha Alicia Medina
bamcbamc777@hotmail.com